Puente en Madrid, 4 días para escapar de la city y hacer un poco de turismo activo en las Hoces del Río Duratón, Segovia… que solo serían 3 por exigencias del guión…
Alojamiento en el Camping Hoces del Duratón que la empresa NaturalTur tiene en Cantalejo.
Instalaciones normales, servicios limpios, cafetería, cabañas de madera, parque de juegos para niños con tirolina, aparcamiento y organizan un montón de actividades, piragua, 4×4, paseos en globo, rutas de senderismo, paintball, tiro con arco, cursos y un largo etc.
También disponen de una casa rural absolutamente espectacular en Sebúlcor, entre Cantalejo y Sepúlveda.
Día 1, Viernes
Llegada a Cantalejo, lo primero que llama la atención es que aún existe una Plaza Francisco Franco en la localidad.
Entrada al Camping, registro y plantada de tienda. El coche no se puede llevar hasta la zona de camping por la cantidad de enormes pinos que hay.
Cargo a la espalda la tienda, una Quechua 3 seconds Air, funda plana y circular, parezco una tortuga ninja.
Tienda plantada, colchón hinchado, sacos de dormir extendidos, bañador puesto y dar una vuelta por la zona que me lleva hasta San Miguel de Bernuy.
Hay un embarcadero para los piragüistas, el agua está un poco turbia, pero se puede bañar uno… siempre que no sea un pijo acostumbrado solo a piscinas.
El resto del día dedicado a conocer el entorno del Parque, pueblos como Sebúlcor para acabar cenando en Sepúlveda.
Asador Restaurante Filka, en la Plaza de España 4. Tienen asador de leña, preparan cordero.
De primero una ración de bravas, de segundo lomo con patatas, pimientos y yo un chuletón de ternera, de más o menos medio kilo, poco hecho, acompañado de patatas y pimiento asado.
De postre Ponche Segoviano, café, de bebida coca cola (había que conducir después), una botella de agua para las perritas y pan de verdad, no del que se queda hecho una piedra a las dos horas de comprarlo típico de Madrid.
Total: 36 Euros
Cenamos en la terraza con vistas al antiguo castillo-palacio de Sepúlveda.
Sepúlveda es conjunto histórico-artístico desde 1951.
A la vuelta al camping paré en el mirador que hay frente a la localidad para sacar esta imagen:
Aprovecho para contratar una ruta en 4×4 por las Hoces del Duratón el domingo, incluidas las zonas protegidas ya que disponen de los permisos necesarios. El mínimo son 4 persona por viaje y 40 euros por cabeza, comento a la recepcionista que contando a las perritas somos 4 y entre risas me dice que igual tienen que pagar… no le veo la gracia y le digo que me parece bien.
La dejo sin habla… igual la pinta de dominguero pordiosero no ayuda demasiado, lo comenta con uno de los socios, Gonzalo, se estiran y me lo dejan en 100 Euros.
Un poco de lectura ya en la tienda y a dormir, el día 2 va a ser intenso.
Día 2, Sábado
Levantados, duchados y pertrechados para la ruta a las 07:00
Desayuno en Sepúlveda, lo único que hay abierto a esas horas es el Asador Restaurante Filka que aún no tiene más que algo de bollería industrial.
La camarera nos sugiere visitar la Panadería Pastelería El Castillo, justo al lado, donde compro un donut casero y un criossant.
Dejo encargado un ponche y una trenza de nueces y pasas para el domingo.
Café, Cola-Cao y los Bollos, 5 Euros.
Aparcamos cerca de la Casa del Bosque, junto a los arcos que dan entrada a la judería.
Buscamos información y hay 2 rutas, la larga que son un montón de kilómetros y una circular de 5 Km, dificultad baja y no requiere permisos especiales ya que circundan las zonas de protección en las que los buitres leonados están criando hasta finales de Julio.
Elegimos esa por varios motivos, las perritas son pequeñas, yo no tengo demasiada costumbre de caminar, salvo por la dehesa de mi pueblo que es bastante llana y a las 9 de la mañana ya había 27 grados de temperatura… y odio el calor.
La ruta comienza en la misma Casa del Bosque, situada en la antigua Iglesia de Santiago, Calle del Conde de Sepúlveda.
De ahí volvemos a la Plaza de España y ascendemos por el Arco del Ecce Homo.
Arquitectura de Sepúlveda:
Llegamos al hito 3 de la ruta, el Mirador de la Virgen de la Peña, patrona de Sepúlveda.
Admiramos las vistas y seguimos por la senda que pasa por el costado derecho del cuartel de la Guardia Civil. La sombra desaparece, la temperatura va lentamente en aumento.
Llegamos al siguiente hito, la Puerta de la Fuerza, que cruzamos hasta el lado en que da sombra.
Paramos a dar de beber a las perritas y yo hay un chiste friki sobre que hemos pasado al reverso tenebroso de la fuerza… solo yo lo entiendo y nadie se ríe… fracaso como humorista.
Comenzamos el descenso hacia el Puente de los Picazos, empinado y empedrado, restos de una calzada romana. El calor aprieta cada vez más, el ver a lo lejos el río y la arboleda nos alivia un poco.
Llegamos al puente y desde la sombra aprovecho para tomar unas imágenes de los buitres leonados volando.
Detalle de la foto anterior:
Pasamos cerca del río, las perritas aprovechan y beben de sus cristalinas aguas, yo meto la cabeza bajo el agua y la dejo chorrear sobre mi para refrescarme.
Observo que me olvidé el Aquarius… punto de tonto para mí.
Pasamos por zonas de sombra y de sol y llegamos al siguiente punto, la Pasarela Alta. Se trata de una escalinata de madera que te lleva a una senda elevada, con poca sombra e «ideal» para días con este calor.
Las perritas pasan de ascender y hay que ayudarlas, no le gustan este tipo de escaleras, yo casi me dejo un pulmón… bendita idea la de fumarme un cigarro en la parada del río.
La Pasarela Elevada:
Parecía que nevaba, en realidad eran los chopos soltando sus semillas.
De camino al siguiente hito, el Puente de Talcano, nos topamos con la Cascada de la Fábrica de la Luz.
Tras reencontrarnos con la sombra llegamos al Puente de Talcano, donde empieza la Senda Larga, 12 Km líneales.
Descanso para que las pequeñas beban agua y encarar una subida sencilla pero sin sombras a la Silla del Caballo.
Hemos superado los 32ºC, prefería no saberlo, las pequeñas tiran buscando cualquier pequeña sombra… las sigo encantado.
Llegamos a la Silla del Caballo y vemos que nos toca descender de nuevo hasta el río para cruzarlo por el Puente de Palmarejos para luego volver a Ascender hasta la Casa del Boque, que es el final de la ruta.
Demasiado calor, optamos por la ruta alternativa y nos saltamos ese puente, entramos por el camino de acceso al pueblo y cortamos por una escalinata, vamos muertos y los buitres parecen saberlo, 5 de ellos se ponen a dar vueltas en torno nuestro… simpáticos bichos…
Nos resguardamos bajo los árboles y al poco se van.
Subimos por el Barrio de San Esteban y llegamos a la meta, casi 120 minutos, que es el tiempo que marcan los carteles que se tarda en hacer… bueno, en la hoja de ruta ponía solo 90.
Pasamos por un autoservicio que vimos entre la Plaza de España y el Arco de Ecce Homo, no hay Aquarius, nos hidratamos con agua semi fría y Fanta Naranja.
Volvemos al Camping a ducharnos y comemos en la terraza de la cafetería, el sol ha escondido y comienza a correr una brisa muy fresquita.
De raciones, tortilla de patata, sepia a la plancha, calamares con rebozado casero, patatas ali-oli y dos coca colas, total 21 Euros.
A la tienda a echar una siesta y hacer la digestión antes de hacer nada más.
Antes de lograr dormirnos nos llaman de recepción, que si nos interesa adelantar la ruta 4×4 a esa tarde, nos parece bien y salimos a las 17:00 en un Toyota Land Cruiser preparado para vadear ríos.
Comenzamos por el Convento Franciscano de la Virgen de la Hoz, abandonado tras la Desamortización de Mendizabal.
Gonzalo, socio de NaturalTur y nuestro conductor y guía nos detalla con todo lujo de detalles lo que vamos viendo.
En las paredes de los cañones se observaban zonas más blancas por las deposiciones de los Buitres Leonados, que eran sus zonas de nidificación.
Pudimos observar a varios realizando la maniobra de aterrizaje, muy similar a un trapecista.
De ahí pasamos por la Ermita de San Frutos, santo que combatió a los moros.
Junto al pequeño cementerio hay una edificación en la que se dice que están los restos del santo juntos con sus dos hermanos, santos también.
En las paredes de los cañones se podían apreciar pinturas rupestres.
De ahí pasamos por el Embalse del Burguillo, con unas vistas impresionantes sobre el serpenteante Duratón.
Volvimos al 4×4 y pasamos por un muladar, un lugar donde antiguamente se echaban los restos del ganado muerto para alimentar a los Buitres Leonados, de los que calculan que hay ya unos 1500 frente a los 300 que había antes de proteger la zona.
Salimos hacia las dunas… un verdadero desierto de arena de sílice, si no fuese por los pinares…
Esta fué la zona más divertida del recorrido, para evitar quedar estancados, hubo que hacer el tramo un poco más rápido que el resto, Gonzalo pilotaba el 4×4 con maestría.
Tras las dunas, un pequeño vergel:
Tras esto visitamos la zona de recreo del río San Juan, afluente del Duratón y la Cueva de los Siete Altares, de la época visigoda.
Y retornamos al Camping.
En total 3 horas de recorrido.
El descanso del guerrero en la terraza, cerveza con limón y coca cola.
Aprovechamos para cenar algo ligero, una ensalada, una de bravas y un helado de cono, nata con caramelo de Alacant.
Junto con las bebidas: 11,50 euros
De camino a la tienda, pasa el Toyota cerca de nosotros, estaba convencido de que las perritas estarían hasta las narices de pegar botes en él… para mi sorpresa tratan de subirse a él a toda costa… parece que se hubieran divertido.
Hemos aprendido cosas curiosas, como que las piñas de los pinos tardan 3 años en formarse o que en Sebúlcor hay enormes plantaciones de la planta de la fresa que luego se llevan para Huelva y otras zonas productoras. Parece ser que haciéndolas nacer en una tierra tan árida como la de la zona, la planta crece mucho más fuerte.
No me duermo, abro la tienda y me tumbo con la cabeza fuera, me gusta la imagen y saco una foto, con temporizador, la cámara apoyada en el calzado y un tiempo de exposición largo, sin flash:
Termino de leer El Hereje de Miguel Delibes mientras de lejos oigo sonar More than Words de Extreme… que recuerdos me trae esta canción.
A dormir.
Día 3, Domingo
Amanezco a las 6, hay fiestas en el pueblo y llevan toda la noche poniendo música ratonera con una discoteca móvil, no pararían hasta las 11 de la mañana.
Ducha, paseo con las perritas, las doy su desayuno, hago unos estiramientos y desmonto el campamento.
Desayuno para dos, café y cola-cao, dos tostadas de pan de pueblo con mantequilla y mermelada, 5 euros.
Paso por recepción a pagar, 2 noches, parking y ruta en 4×4, total 132 Euros, dejo 140 por las molestias.
Vuelta a Sepúlveda a recoger el ponche y el lazo encargados, a los que se une una hogaza de pan bregado.
Total: 23 euros
Sepúlveda acababa de terminar con su procesión de Corpus Cristi, así como varios pueblos por los que pasamos de vuelta.
Paramos en Turégano a ver el imponente castillo.
Y de ahí para casa, dando por terminado un agotador y divertido puente en las Hoces del Duratón.
Recuento de Daños: 2 ampollas y 4 picotazos de mosquito en las piernas.